La pasividad del paraguayo

Si hay algo que condena al paraguayo, es algo que tendria que ser una virtud: la templanza. Aquella virtud de tolerancia, de pasividad, de tolerancia extrema, es sin duda una virtud ponderable en cualquier inidividual, Pero en nuestro caso, esta practica collectiva se convierte en una extrema estupidez que raya con lo auto-destructivo.

Decadas de tolerancia de los "pecadillos" de nuestros dirigentes nos llevan a esto: a que la anterior corrupcion tolerada dentro del anti-valor llamado "letradeada", que la gente hasta ponderaba ("i valé ko la tipo", se decía por alguien que habia amazado una fortuna de la nada, evidentemente por medios aviesos e ilegales) hoy ya ha desembocado en algo siniestro, que nos amenaza a todos: crimen organizado sin control del cual todos somos victimas en menor o mayor grado.

Como nunca, hoy el secuestro-express es un "negocio" de primer nivel en el paraguay, con bajo riesgo y altos dividendos. Por supuesto, como no va a ser negocio en un pais donde la policía es facilmente comprable o en algunos casos se presta alegremente a cualquier trapizonda con tal de ganar unos pesos? En un pais donde el unico indicador del exito o la respetabilidad de la persona es la cantidad de dinero que tiene, el auto que maneja o la modelito con quien sale? Es el materialismo a ultranza. El que prentende hacerse celebre en base a su honorabilidad, a sus logros culturales o a su conducta intachable es un vyro de primera.

Ahí tenemos a los politicos: quienes son los que mas surgen, los que mas ocupan cargos o los que se perpetuan en ese showcase de la elite politica que es el congreso? Son los mas rectilineos, los que presentan mas proyectos o los que mas vehementemente defienden los derechos del ciudadano? Please.. son los mas "letrados" y habiles en las artes de las tranza politiquera. Ahi tenemos a varios con pedidos de desafuero pendientes por delitos contra las arcas de estado, o por delitos comunes tan deleznables como reducción y hasta hay sospechados de haber hecho desaparecer a personas.

Entonces era ya una cuestión de tiempo nomas que esto llegue a lo que llegó y todavia se va a poner peor. Está el viejo adagio "cuando el que manda pierde la verguenza, el mandado pierde el respeto". Aqui los que mandan ya han perdido la verguenza hace rato, y habran muchos mas Zavalas y Cecilias en la medida en que mas delinquentes comunes vayan perdiendo mas y más el respeto.

La solución a corto plazo, seria que abandonemos esta "templanza" y nos volvamos mas destemplados. Nos dejemos de ver a los "letrados" que llegan a los cargos por medios aviesos como personas virtuosas y las veamos como lo que realmente son: inescrupulosos sinverguenzas ignorantes de las cualidades que deben adornar al estadista, al congresista o al lider local. Ahi comienza el cambio.